El 5 de agosto de 2025, la Administración Federal de Aviación (FAA) publicó el tan esperado Aviso de Reglamentación Propuesta (NPRM) para la Parte 108, que establece un marco normativo para operaciones de aeronaves no tripuladas más allá de la línea visual del operador (BVLOS, por sus siglas en inglés). Esta propuesta representa un paso decisivo hacia la integración segura y escalable de drones en el Sistema Nacional del Espacio Aéreo (NAS), especialmente en entornos compartidos con aeronaves tripuladas.
La normativa establece un período de 60 días para que el público y las organizaciones involucradas en la industria, emitan sus comentarios. Luego que este período se cierre y la FAA tenga todos los comentarios, empezarán a preparar la reglamentación definitiva, que esperamos sea emitida a finales del año 2025 o principios del 2026, pero sentimos en el secretario de transporte, Sean Duffy y el administrador de la FAA Bryan Bedford, un sentido de urgencia que nos levanta el ánimo.
Objetivos clave de la Parte 108
El motivo principal que movió a la FAA a promulgar la Parte 108 reside en que ya llevamos nueve años funcionando con vuelos dentro de un rango muy restringido, conocido como VLOS, o rango visual del operador y además alturas máximas de 400 ft (120 mt) lo cual no es un buen rango para negocios verdaderamente rentables.Hacía falta una regulación que liberara a los drones y a los taxis aéreos de estas limitaciones y permitiera a la industria alcanzar su potencial.
Los principales aspecto de la presente propuesta para aliviar las restricciones son:
- Eliminar la necesidad de exenciones o autorizaciones individuales (Waivers y COAs) para operaciones BVLOS.
- Establecer requisitos estandarizados para operadores, pilotos remotos y aeronaves.
- Facilitar operaciones comerciales a gran escala, como entregas, inspecciones e intervenciones de emergencia.
- Promover la interoperabilidad entre sistemas no tripulados y tripulados.
Disposiciones que fomentan la integración con la aviación tripulada
Uno de los pilares del NPRM es garantizar que las operaciones BVLOS no comprometan la seguridad de las aeronaves tripuladas. Desde hace varios años que los accidentes aéreos con múltiples víctimas son una rareza y crean toda clase de encabezados en la prensa a nivel mundial. Es por esto por lo que la FAA está siendo tan cautelosa al momento de llenar el cielo de drones y aerotaxis eléctricos y agregar congestión a un sistema de tráfico aéreo que ya de por si está a punto de colapsar. Para ello, se proponen varias medidas:
Detección y evitación autónoma
Los drones deberán contar con sistemas capaces de detectar y evitar tráfico aéreo y obstáculos, incluso en entornos no cooperativos. Esto incluye:
- Sensores redundantes para vigilancia aérea.
- Algoritmos predictivos para maniobras evasivas.
- Capacidad para responder ante aeronaves sin transpondedor.
2 Proveedores de servicios de datos automatizados (ADSP)
Los operadores BVLOS deberán conectarse a redes de ADSP aprobadas por la FAA, que:
- Recopilan y difunden datos de tráfico aéreo en tiempo real.
- Permiten la coordinación dinámica entre aeronaves tripuladas y no tripuladas.
- Actúan como nodos de información para evitar conflictos.
3 Protocolos de intercambio de información
Se establecen normas para el uso de identificación remota (Remote ID) y otros mecanismos de comunicación que:
- Facilitan la visibilidad de drones para pilotos tripulados.
- Permiten a los controladores aéreos monitorear operaciones BVLOS.
- Integran datos en sistemas de gestión de tráfico aéreo (ATM).
4 Reglas de prioridad y maniobrabilidad
La Parte 108 reafirma que las aeronaves tripuladas mantienen prioridad en el espacio aéreo compartido. Desde que se crearon las regulaciones que rigen la aviación tripulada, se establecieron protocolos que le dan el derecho de paso a las aeronaves con menos maniobrabilidad, empezando por los globos aerostáticos y terminando con los helicópteros. Ahora que se agregan drones y aerotaxis a esta ecuación, la FAA ha sugerido las siguientes reglas. Los drones deberán:
- Ceder el paso en todas las circunstancias.
- Operar en altitudes inferiores a 400 pies AGL, salvo autorización específica.
- Mantener rutas preaprobadas y evitar zonas de tráfico intenso.
5 Requisitos de ciberseguridad y resiliencia
Para proteger la integridad de las comunicaciones entre aeronaves, se incluyen:
- Normas de cifrado para enlaces de datos.
- Protocolos de autenticación entre sistemas.
- Medidas contra interferencias y suplantación de señales.
Certificación y calificación de operadores
La FAA propone un nuevo tipo de certificación para pilotos remotos con habilitación BVLOS. Además:
- Los operadores deberán documentar roles, procedimientos y registros.
- Se exigirá formación específica en gestión de tráfico compartido.
- Se establecerán estándares de rendimiento operacional basados en niveles de automatización.
Aplicaciones previstas
La normativa permitirá operaciones BVLOS en múltiples sectores, incluyendo, pero no exclusivamente:
- Entregas de paquetes en zonas urbanas y rurales.
- Inspecciones de infraestructura crítica.
- Respuesta ante desastres naturales.
- Agricultura de precisión.
- Transporte médico en comunidades remotas.
Próximos pasos
El NPRM está abierto a comentarios públicos antes de su publicación final en el Registro Federal. El secretario de transporte anunció que se abre un período de consultas para el público de 60 días, es decir, que, para el 5 de octubre de este año, se deben haber recibido todos los comentarios de las organizaciones de la industria, universidades y el público en general.
La FAA tiene un plazo de 240 días para finalizar la norma, según lo estipulado por la orden ejecutiva presidencial. Todo esto apunta a una normativa oficial para principios del 2026, lo cual significa que este es el momento de prepararse para una nueva era en la corta vida de la aviación no tripulada.
Nos esperan tiempos de innovación y avance.
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